Showing posts with label espanol. Show all posts
Showing posts with label espanol. Show all posts
Sunday, October 20, 2013
The Guiding Light - Jaiei Sará (Génesis 23:1-25:18)
Bondad con sabiduría (Kindness with wisdom)
Por Rav Yehonasan Gefen
Abraham envió a Eliezer, su fiel sirviente, para que encontrara una esposa adecuada para su hijo Itzjak. Cuando Eliezer llegó a su destino, le rezó a Dios para que le mandase una señal mediante la cual pudiese saber quién debía ser la esposa de Itzjak. Él rezó: “Que la joven a quien yo le diga: ‘Por favor inclina tu cántaro para que yo beba’, y me responda: ‘Bebe, y también abrevaré a tus camellos’, que ella sea la que has designado para tu siervo Itzjak, y sabré mediante ella que Tú has hecho bondad con mi señor” .
Los comentaristas explican que Eliezer no pidió una señal aleatoria, sino que quiso asegurarse que la futura matriarca tuviera un sentido de bondad altamente desarrollado. Los comentaristas ven en la exactitud de su plegaria que no era suficiente que ella simplemente respondiera a su pedido de agua; él planeaba pedir agua sólo para sí mismo, y esperaba que la joven reaccionara en base a su propia iniciativa y ofreciera agua también para los camellos. El Sforno explica que Eliezer quería que ella ahondase en el pedido de agua para sí mismo, que percibiera que sus necesidades reales eran mucho mayores y que actuase consecuentemente .
De un modo similar, el Malbim señala que no alcanzaba con que Rivka fuera bondadosa; Eliezer quería que demostrara una sabiduría que le permitiera satisfacer sus necesidades de la mejor forma. Analizando cuidadosamente el pedido de Eliezer, el Malbim nota que Eliezer le pidió que ella inclinara el cántaro hacia él, en lugar de ser él quien lo tomase y bebiese por sí mismo. Eliezer esperaba que en lugar de enojarse por su pereza, ella intentara juzgarlo para bien y pensara que quizás él tenía alguna clase de dolor en sus manos. Consecuentemente, ella advertiría que si él no tenía la fortaleza suficiente como para sostener el cántaro por sí mismo, mucho menos podría extraer agua para sus camellos. Entonces, ¡ella misma realizaría la ardua tarea de abrevar a los diez camellos! Cuando pasó estas pruebas con éxito, Eliezer se dio cuenta que había encontrado una pareja apropiada para Itzjak .
El Sforno y el Malbim muestran que no era suficiente con que Rivka fuera amable; necesitaba demostrar que tenía la sabiduría necesaria para percibir las necesidades reales de Eliezer sin que él se las dijese directamente. De aquí podemos aprender que para poder realizar actos de bondad de forma óptima se necesita tener sabiduría. Esto no significa que hace falta tener un coeficiente intelectual extremadamente alto, sino que uno debe estar consciente de la gente que lo rodea de forma tal que pueda percibir sus necesidades y satisfacerlas en lugar de esperar a que los demás se aproximen a uno.
El Beit Halevi deriva un punto similar del versículo final de Meguilat Ester. Al alabar a Mordejai como líder del pueblo judío, la Meguilá nos dice que "era un doresh tov leamó", es decir, que buscaba el bien para su pueblo . El Beit Halevi pregunta, basado en que seguramente todos los líderes quieren el bien para su pueblo, ¿cuál era la singularidad de Mordejai? Y explica que Mordejai no esperaba hasta que las personas fueran donde él para pedirle ayuda, sino que se adelantaba y se acercaba a las personas, trataba de advertir sus necesidades y veía cómo podía ayudarlas .
El Beit HaLevi mismo —gracias a su aguda percepción— personificaba este rasgo de entender las necesidades de las personas antes de que fueran donde él. En una noche de Pesaj, una persona le preguntó si era posible usar leche para las Cuatro Copas. Su respuesta fue mandar un mensajero a la casa de quien le había hecho la pregunta con una generosa cantidad de vino y carne. Él se había dado cuenta que obviamente esa persona no tenía vino para beber las cuatro copas, pero no sólo eso, sino que dado que planeaban beber leche, evidentemente tampoco tenían carne. ¡Actuó consecuentemente y proveyó todas sus necesidades!
En nuestras vidas, constantemente nos encontramos con personas que necesitan algún tipo de ayuda, pero están demasiado avergonzadas como para pedirla explícitamente. Es ahí donde hace falta que nos esforcemos para emular a Rivka y descifrar sus necesidades.
Por ejemplo, una persona descubrió que su amigo vivía en la absoluta miseria. ¿Cómo lo descubrió? Él le había prestado a su amigo 25 shekalim unas semanas atrás, y le pidió si podía devolverle el dinero. Ante la imposibilidad de devolver el préstamo, la cara del prestatario se tornó blanca. Esa reacción alertó a su amigo, quien hizo algunas investigaciones y descubrió que aquel hombre no tenía suficiente dinero ni siquiera para satisfacer sus necesidades más básicas. En ocasiones, la expresión facial de una persona o un comentario casual indican una necesidad particular. De nosotros depende el desarrollar nuestro poder de observación, con lo cual aumentará en gran medida nuestra capacidad para hacer el bien.
Sunday, October 13, 2013
Usando lo bueno para bien (Vayeira - Using The Good For The Good)
The Guiding Light - Vaierá (Génesis 18-22)
La parashá de esta semana comienza con la historia de la increíble bondad que exhibió Abraham con los tres ángeles; Abraham hizo todo lo posible para satisfacer sus necesidades a pesar de sentirse débil por la circuncisión que se había hecho tres días antes. Inmediatamente después, la Torá continúa con el relato del descenso de los ángeles a Sodoma y la subsecuente destrucción de la ciudad.
Rav Yaakov Kamenetsky señala un factor muy interesante en la yuxtaposición de estos dos eventos: ambos tienen un gran énfasis en hajnasat orjim (recibir huéspedes) . La historia de Abraham es la demostración clásica de la actitud que debe tener una persona hacia la mitzvá de hajnasat orjim y de cuál es la forma óptima de servir y proveer a los huéspedes. Vemos como Abraham ignora su propio malestar y no escatima en esfuerzos con tal de hacer que sus huéspedes se sientan bienvenidos. Acto seguido, la Torá nos lleva a la ciudad de Sodoma y nos muestra la absoluta antipatía por la mitzvá de hajnasat orjim; podemos ver cómo la gente de Sodoma amenazó la vida de Lot por haberse atrevido a darle alimento y refugio a unos extraños que estaban de visita. ¿A qué se debe el énfasis que pone la Torá en el claro contraste que hay entre Abraham y el pueblo de Sodoma?
Rav Kamenetsky sugiere una respuesta basada en otro aspecto de la historia de Sodoma. Dios le contó a Abraham sobre sus planes de destruir Sodoma debido a que sus habitantes eran absolutamente indiferentes con las otras personas. Abraham reaccionó mostrando una gran preocupación por estas malvadas personas, y habló con Dios en un tono tan fuerte que se vio obligado a pedirle primero que, antes que nada, no se enojara con él por hablarle con tal franqueza.
Rav Kamenetsky explica que la Torá nos está mostrando un aspecto menos conocido del increíble nivel de Abraham respeto a su interés por las otras personas. Escribe que, normalmente, cuando una persona sobresale en un área o en una característica personal, esta persona es particularmente estricta en la forma de juzgar el comportamiento de los demás en la misma área o comportamiento, y consecuentemente, tiende a juzgarlos con gran dureza. La Torá yuxtapone el relato de la grandeza de Abraham en hajnasat orjim con la situación despreciable de Sodoma en ese aspecto para mostrarnos que Abraham le pidió a Dios que tratase a Sodoma con misericordia. Esto nos enseña que Abraham no fue presa de la inclinación a ser más estricto al juzgar a otros en un área en la que uno mismo se destaca. A pesar de la gran distancia que había entre su bondad y la de Sodoma, Abraham mostró una gran preocupación por el bienestar de ellos.
Podemos aprender de aquí que no es fácil ver con buenos ojos las debilidades de los demás en las áreas en las cuales nosotros mismos sobresalimos. ¿Por qué nos resulta tan difícil?
Cuando una persona se destaca en un aspecto de su personalidad, encuentra muy difícil entender cómo puede ser que las otras personas sean menos cuidadosas en esa misma área. Por ejemplo, si una persona es muy puntual, le resulta muy difícil comprender por qué otra gente llega siempre tarde. A esta persona le es muy claro que la impuntualidad revela una falta de consideración por el tiempo de los demás. La prueba que debe intentar superar esta persona es por lo tanto intentar reconocer que todos tenemos fortalezas diferentes y que puede que haya áreas en las que él es mucho más débil que los demás.
Es más, esta persona debería recordar la Mishná en Pirkei Avot (Ética de nuestros padres) que nos dice: "No juzgues a tu prójimo hasta que hayas estado en su lugar", lo cual nos enseña que la personalidad de cada uno está basada en sus circunstancias de vida particulares y que nunca podemos juzgar a otra persona con precisión porque no sabemos cómo nos hubiésemos comportado nosotros si hubiésemos estado en esa situación.
Al internalizar esta enseñanza, uno puede llegar a darse cuenta que cada persona tiene sus propias fortalezas y debilidades, que estas características están basadas en muchos factores y que está mal frustrarse por las debilidades que tienen los demás en las áreas donde uno tiene una fortaleza.
Hay muchas formas en las que una persona puede imponer de mala manera su propio estándar a los demás. Por ejemplo, puede que una persona sea muy prolija y ordenada, lo cual es un rasgo muy bueno que le permite tener una vida organizada. Sin embargo, es muy probable que en algún momento de su vida esta persona comparta su hogar con otra gente, como por ejemplo con su propia familia o con algún compañero de cuarto, y suele ocurrir que los demás no se esmeran para llegar al mismo nivel de pulcritud en el hogar. Esto genera consecuentemente que la persona ordenada se frustre con ellos y les exija que limpien la casa de acuerdo a sus altas exigencias, imponiéndoles injustamente su forma de hacer las cosas.
En lugar de esto, una persona excesivamente ordenada debería aceptar que los demás no pueden mantener la casa tan ordenada como a él le gustaría. Si la persona ordenada no puede funcionar adecuadamente en esta situación, entonces debería encargarse él mismo de mantener su entorno de acuerdo a sus exigencias.
Hay muchas cosas que se pueden decir sobre la grandeza de Abraham, pero Rav Kamenetsky nos enseña otro aspecto de su excelencia en las relaciones interpersonales: Abraham no imponía sus elevados estándares sobre los demás y no los trataba de manera estricta.
Subscribe to:
Posts (Atom)